lunes, 30 de enero de 2017

MEMORIA: A 97 AÑOS DE LA SEMANA TRÁGICA

La Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos (SRMU) inicia la lucha en los Talleres Vasena
Esta organización fue fundada en 1918 como una ruptura dentro de la FORA del IX Congreso (de influencia sindicalista y socialista) e impulsada por sectores vinculados al anarquismo, pero no únicamente.

La industria metalúrgica era reducida en Argentina. Tras haber ganado ciertas mejoras en distintos talleres que tenían entre 20 y 50 operarios, el 2 de diciembre los miembros de la SRMU se dispusieron a realizar una medida en un punto central de la industria metalúrgica: los Talleres Vasena.

Metalúrgicos Unidos inició entonces un reclamo por mejores condiciones laborales elaborando un petitorio que fue presentado a la empresa, que la patronal se negó a recibir y a tratar con la delegación. La empresa buscó quebrar a los huelguistas recurriendo a rompe huelgas y matones armados que servían de fuerza parapolicial.

Los obreros en huelga montaron guardias alrededor del lugar, ubicado en el humilde y emergente Barrio de Villa Pompeya. Allí, en San Cristóbal, donde estaban los depósitos de los Vasena y en el local social de la Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos, sucederían graves y sangrientos hechos, de los que hablaremos a continuación.

Entre el 13 y el 20 de diciembre se produjeron balaceras a domicilios de huelguistas y contra las barricadas que impedían el paso de los carneros. El 23 de diciembre, un carnero murió al lanzarse al riachuelo, tras ser perseguido por los obreros. El 3 de enero, luego de un mes de huelga, la policía aumentó su grado represivo en la zona fabril y cercana al local de Metalúrgicos Unidos. El 4 de enero los huelguistas levantaron barricadas y rompieron los caños de agua para inundar las calles. Finalmente echaron a la policía que custodiaba la fábrica, con la muerte de un vigilante como resultado del enfrentamiento. Los huelguistas fueron apoyados por el barrio que reaccionó virulentamente a la represión. El entierro del policía fue el 6 de enero.

La Semana Trágica
El 7 de enero más de cien policías y bomberos armados dispararon salvajemente. El ataque duró dos horas. También balearon el local de la SRMU. Hubo cinco muertos y más de treinta heridos, muchos de los cuales no eran obreros metalúrgicos.

Esta masacre convocó a miles de obreros a la huelga general. Un velatorio se realizó en el local del sindicato de la FORA del IX y el resto en el de la SRMU, destruido por los balazos en puertas, paredes y ventanas. En este punto los comerciantes decidieron no abrir sus puertas en señal de luto y la Federación Obrera Marítima (importante organización adherida a FORA IX), declaró la huelga en torno a un problema del gremio.

El 8 de enero los establecimientos metalúrgicos suspendieron sus tareas. La SRMU volvió a llevar un petitorio pero nuevamente no fueron recibidos por la empresa. Al terminar el día, la FORA del IX expresó su solidaridad con los huelguistas y la FORA del V (de orientación comunista anárquica) declaró la huelga general para el día siguiente. El 9 de enero Buenos Aires se paralizó, una multitud llegó desde los suburbios. Se formaron barricadas, piquetes, se realizaron sabotajes, los canillitas solo difundían boletines de huelga, y la gente se agolpaba en calles y veredas esperando despedir a las víctimas.

En la fábrica, los Vasena, custodiados por cientos de mercenarios armados, fueron rodeados por barricadas. A las dos de la tarde partió el cortejo fúnebre con algunos obreros armados a la cabeza, que pronto comenzaron a saquear las armerías que encontraron a su paso. Empezaron los primeros enfrentamientos y muertos, el cortejo rodeó la fábrica y marchó hacia el cementerio de la Chacarita. A las cuatro de la tarde se produjo otro hecho de importancia, los manifestantes se metieron en un templo destruyendo y saqueando todo a su paso, los niños rompían los vidrios, mientras otros intentaban incendiar la Iglesia, comenzando distintos focos en el establecimiento. El hecho sangriento había enervado a los explotados, pero aún faltaba más violencia y enfrentamiento.

En el cementerio comenzaron a sonar los fusiles del ejército, disolviendo la manifestación, quedando los cuerpos sin sepultar, a los que se le sumaron nuevos muertos. La FORA del IX intentó asumir la conducción de un movimiento auténticamente proletario y decidido. El 10 de enero grupos policiales y parapoliciales patrullaron asesinando y baleando con total impunidad. Mientras tanto, nuevos gremios adhirieron a la huelga y, para el día 11, la FORA del V buscó concretar su objetivo de una «huelga general revolucionaria», luchando además por la libertad de todos los presos sociales, entre ellos el compañero Simón Radowitzky, encarcelado desde hacía diez años.

Pero la burguesía tenía sus fuerzas represivas bien pertrechadas y salió a la caza de “judíos”, “rusos”, “marxistas”, “maximalistas”, “anarquistas” y “bolcheviques”, irrumpiendo en casas y locales, destruyendo y violando, matando niños y golpeando viejos. La huelga se extendió al interior del país y los dirigentes de la FORA del IX, con Sebastián Marotta al frente, intentaron terminar el conflicto negociando en nombre de la SRMU, a lo que sus miembros se opusieron.

El lunes 13 de enero finalmente la SRMU obtuvo respuesta a su reclamo, después de casi cincuenta días de huelga. La FORA del V y La Protesta fueron duramente perseguidas, sus militantes encarcelados y sus locales destruidos, a pesar de que habían negociado un cese del conflicto al ver solucionada la cuestión metalúrgica.

El verano continuó. Enero dejó casi mil muertos, decenas de desaparecidos (entre ellos gran cantidad de niños), miles de heridos, decenas de miles de detenidos, locales, casas y familias destruidas. Desde 1919, el primer mes del año es de una dolorosa conmemoración: el aniversario de la “Semana Trágica”: una de las huelgas más largas y sangrientas ocurridas en territorio argentino.

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